Y de este sueño hacer nuestra realidad.

Y ahora os contaré mi vida, o una pequeña etapa de ella, hace un tiempo conocí a un chico que era el amor de mi vida, la persona a la que amaba, con la que quería pasar toda mi vida y la siguiente, la persona que necesitaba a mi lado para poder ser feliz, pasaron los días y cada uno de ellos era perfecto por que estaba a su lado, todo era hermoso, increíble, todo era único entre él y yo, todo era indudablemente perfecto. Cada momento a su lado me hacía estar en una nube, me hacía volar a tres metros por encima del cielo, o incluso a más, me dio tantas cosas, tanto cariño, tantas sonrisas, y en mi generó tantas emociones diferentes, pero a su vez preciosas, tantas ilusiones, tantas cosas que no había sentido en mi vida, y que no me hubiera gustado dejar de sentir. Cada vez que un "te amo" salía de su boca me hacía volar, hacía que me sintiera flotando. Cogerle la mano me hacía sentirme protegida, él me hacía sentirme perfecta, me hacía sentir que yo era la única en su vida. Pero lo perfecto solo duro unos meses, tiempo después empezaron las odiadas peleas, los odiados llantos, las odiadas ganas de morir, llegaron todas esas sensaciones horribles que me destrozaban por dentro, llegaron las inseguridades, las desconfianzas, el orgullo y sobretodo la impaciencia, pero aún así y por encima de todas esas cosas el para mi era el mundo, las estrellas, todo, el para mi era mi vida, mis ganas de seguir hacía delante un día más de esa vida que yo tanto odiaba, el era mi bombona de oxígeno, y yo solo dependía de el, cosa que hice horriblemente mal, pues el decidió alejarse de mi, decidió dejarme, decidió rehacer su vida sin mi a su lado, estuve tanto tiempo llorando, tanto tiempo sin fuerzas, estuve tanto tiempo esperando un mensaje, una llamada, un correo suyo, y nunca pudo llegar nada, solo quería volver a recuperar todo el tiempo que perdí estando a su lado, pero se me hacía imposible salir sin estar cogida de la mano de el, se me hacía raro no salir y reír cada vez que decía tonterías, o cada vez que me callaba con un beso, me sentía rara, sola, y triste. Días y días de total desesperación y de llantos. El intentar olvidarle me hacía recordarlo y con mucha mas fuerza, pero intenté ser fuerte, intenté olvidar todo lo que me hizo sentir, todas esas mariposas en el estómago cuando le veía, todas esas emociones, ilusiones, todos esos pensamientos y todos esos sueños, todo ese futuro que cree basado en el y en mi para que al final todo fueran llantos, y malos tragos. Paso el tiempo, días, semanas e incluso meses y ya estaba saliendo de mi cabeza ya ni siquiera recordaba su olor, su mirada, su sonrisa, su voz, ya no recordaba casi nada, solo recordaba que el era el que me hizo daño, el que me hizo llorar, el que me hizo dejar todo de lado, el era la persona a la que intenté despreciar en su momento y en el cual no pude por que yo lo amaba, y no podía odiarle, era demasiado el amor que hacía el sentí. Quedamos en ser amigos, y yo estaba feliz, por que volvió a entrar en mi vida, una vez más, pero todo paso a ser un infierno, un horrible infierno, recuerdos olvidados volvieron a renacer en mi una vez más, momentos de locuras y sensaciones increíbles que ya estaban olvidadas volvieron a resurgir, besos, abrazos, palabras. Lo intenté todo, intenté volver a tenerle aquí, a mi lado, intenté volver a tenerle una vez más, pero ya estaba con otra, otra a miles de kilómetros de distancia, ella había echo que me olvidara, ella era la persona a la que en esos momentos odié tan terriblemente que yo me quedaba sin palabras, nunca había odiado tanto a una persona, ella lo alejó mas de mi, ella hizo que olvidara todo lo que me quiso, pero no, no era ella la que lo logró, si no que fue la persona a la que mas amor le tenía, una de las personas a la que yo mas afecto tenía, ella, la que una vez fue mi mejor amiga consiguió que me olvidara, dándole esos besos que yo una vez le dí, esos abrazos que yo a todas horas le daba, todos esos te quiero y te amo que de mi boca salían a cada minuto, era ella la culpable de todo esto, era ella la que destrozó mi corazón en tan solo un segundo, era ella a la que tenía que odiar, y lo único que pude hacer fue decir "Ser felices, os deseo lo mejor" cuando por dentro moría de celos, solo quería que se hicieran daño mutuamente, que sufrieran los dos por lo que me hicieron, fui la perfecta tapadera de ellos dos, fui la perfecta estúpida, el perfecto bufón para su diversión, era de mi de la que se reían cuando estaban juntos, besándose, abrazándose, era yo la que lloraba mientras ellos disfrutaban, en nadie se puede confiar hoy en día, ni siquiera en tu sombra, ¡NADIE ES AMIGA!